jueves, diciembre 15, 2005

Sueños

Cuando uno está enfermo los sueños se distinguen a menudo por su insólita relevancia, intensidad y extraordinaria analogía a la vida real. A vece la secuencia de detalles puede resultar monstruosa, pero la escena y lo que en ella se representa alcanzan tal verosimilitud, los pormenores son tan precisos e imprevistos y tan en armonía con el efecto total, que el propio soñador, aun si fuese un artista del calibre de Pushkin o Turgenev, no podría inventarlos despierto. Esos sueños morbososo son recordados largo tiempo y producen una honda impresión en el organismo de un hombre ya de por suyo perturbado y agitado.
F.M. Dostoyevski, Crimen y castigo, pag. 83

Estoy harta de soñar que se me rompen los dientes. Qué grima.

Beck - Everybody's gotta learn sometimes